Nada nuevo bajo el sol
Señala que lo que parece novedoso puede no serlo, ya que todo tiene su precedente.
(refrain) m. Dicho agudo y sentencioso de uso común.
Señala que lo que parece novedoso puede no serlo, ya que todo tiene su precedente.
Alude al fatal desenlace que se produce en ocasiones tras un gran esfuerzo, justo cuando se está a punto de lograr su intento.
Da a entender que no se puede entregar lo que no se posee, ni se puede exigir de nadie que dé más de lo que puede.
Cuando se debe hacer algo úntil y necesario, no hay que rendirse ante los contratiempos, sino todo lo contrario, hay que esforzarse por superarlos.
Se dice esta paremia para discupar alguna torpeza.
Se aplica a quien obtiene buena reputación fuera de su lugar de origen, cuando en éste no pudo disponer de los medios adecuados para alcanzarla, en ocasiones por envidia o enemistad. También se emplea para aludir a quienes se han visto obligados a abandonar su tierra natal precisamente para conseguir en otro lugar lo que se la negado en el suyo: la posibilidad de desarrollar sus aptitudes.
Alude a la persona insatisfecha, que no se conforma con lo que tiene.
Recomienda conocer las propias limitaciones para no aspirar a realizar cosas imposibles.
Por lo general, todo se aprende mediante la experiencia o el estudio.
Resulta muy difícil e impsoible ser imparcial, si uno es parte afectada.
Advierte de la imposibilidad de tratar de ser leal a dos intereses totalmente opuestos.
Recrimina a quienes se olvidan de quien, una vez conseguido un beneficio, se olvida de quien lo ha hecho posible.
Recomienda estar seguros de haber finalizado bien algo antes de regocijarnos por algo.
Recomienda no entrometerse en asuntos ajenos, en los que no es requerido.
Denota que muchos pleitos se siguen no por justicia sino por tenacidad y, con frecuencia se llevan con poca razón.
No conviene comprometerse con una gran deuda ni ser pródigo con quienes no cesan de pedir aduciendo necesidad.
Advierte que todo tiene su parte negativa y su parte positiva, por lo que no se puede alcanzar la felicidad completa.
No conviene tratar con familiaridad a los superiores.
Recomienda ser valeroso y alejar lo más lejos posible la vergüenza, con el objeto de no ser un dormido, pero sin mostrar exceso de desenvoltura, que al cabo enfada y se critica.
Expresa desconfianza de las promesas que hacen los humanos.
Recomienda no prestar dinero o algo de valor, no insistir ni obligarse a las normas de un grupo, ya que de todo ello se derivan situaciones desagradables.
Recomienda ser prudente en todo momento y, de modo muy especial, antes de firmar un escrito o de tomar alguna bebida de origen incierto.
Advierte de los inconvenientes que puede causar en los ánimos los cambios de fortuna, en especial en quienes han subido de categoría social, porque son poco asequibles.
Del mismo modo que se considera necesario el pan, resulta imprescindible que una colectividad esté dirigida por alguien. En general, recomienda no prescindir de lo principal.
La juventud, pese a ser pasajera, siempre tiene su atractivo. En cambio, la vejez carece de atractivo.
Advierte que el tocino da buen sabor a un cocido, del mismo modo que un buen predicador debe valerse de la doctrina de San Agustín, si quiere hablar con fundamento teológico. Se emplea para explicar que algo no es perfecto porque falta lo esencial o para criticar a quien siempre habla de lo mismo. Se puede utilizar también con un sentido irónico, para motejar a quien siempre habla de lo mismo.
El pedigüeño o el servidor sabe los trucos de quien ha mendigado o servido y puede tener deseos de vengarse de humillaciones pasadas. En un sentido más amplio, este refrán alude al cambio de ánimo que se produce en la persona que ha sufrido un cambio de estado o de fortuna.
Alude a lo que sucede de forma regular y frecuente en períodos determinados, como el amor en la juventud, el rostro enrojecido en la vejez, el padecimiento de algún mal en la vejez, el buen tiempo en el sábado, el día destinado al descanso.
Con esta frase se señala que no se produce la resolución de un asunto del que depende la de otro, por lo que ni se hace una cosa ni otra.
Se dice para indicar que falta alguien en una reunión.
Para conseguir algo no hay que tener tratos pocos limpios, pero tampoco se debe renunciar a los derechos legítimos. Sin perder lo que le pertenece, debe lograr algo siempre que le corresponda.
Recomienda discreción en el hablar en todo momento, incluso si se está seguro de que nadie le oye.
Conviene ser realistas y no pedir cosas imposibles cuando no es el momento adecuado.
Aconseja evitar tanto la mala hierba en el trigo como culaquier duda sobre una amistad.
Recrimina a quien critica los defectos de los demás cuando los suyos son iguales o, incluso, mayores.
Resulta difícil que algo mantenga su atractivo en interés iniciales.
La experiencia ajena no es suficiente para desengañarnos, por lo que sólo aprendemos de nuestro errores o desgracias.
Recomienda ser realmente bondadoso.
Denota lo mal que se avienen quienes quieren imponer su voluntad al mismo tiempo.
Conviene estar seguro de haber conseguido algo antes de difundirlo.
Aconseja esperar el tiempo que haga falta para que llegue el momento oportuno.
Comentario que se hace ante quien declina comer por haber comido ya.
En lo que se refiere a las costumbres, hacen más las compañías que el linaje y la crianza.
No es suficiente con la intención para ayudar a los demás, pues lógicamnete hace falta tener algo para compartir.
Aconseja conformarse con lo que ya se tiene y no arriesgarlo por algo quizá mejor, pero totalmente incierto.
Aconseja no mostrase perezosos sino todo lo contrario, ser diligentes en hacer el trabajo pendiente.
Los necios y quienes no están acostumbrados al lujo ni a cierto refinamiento no saben apreciarlo.
Denota la gran distancia existente entre lo que uno quiere ser y lo que uno es realmente.
Advertencia para tener cuidado de no ensuciar y evitar así tener que limpiar.
La felicidad no se alcanza con una ambición desmesurada.
Anima a ahorrar parte de lo que se ha conseguido con esfuerzo.
En ocasionees, para lograr algo importante, se debe estar dispuesto a gastar una cantidad no muy grande.
Recomienda desconfiar de las apariencias, pues no todo lo que parece bueno lo es realmente.
Se dice cuando se comprueba que una persona no es tan temible o desagradable como se creía en un principio. También se puede aplicar a un negocio que se tenía por más difícil de lo que ha sido en realidad.
Se refiere al afecto que es capaz de ver sólo las cualidades de la persona amada y de obviar lo negativo, hasta la posible fealdad física.
Con frecuencia, es preferible ir por la vía principal, porque suelen ser más penosas las desviaciones que se toman para acortar el camino. En un sentido más general, este refrán afirma que sin esfuerzo resulta imposible obtener lo que se desea en poco tiempo.
Conviene ser agradecido con quien nos convidó o hizo algún beneficio.
Da a entender que todos podemos cometer errores, por muy experimentados que seamos.
Todo tiene su parte negativa, su parte triste, por lo que no queda más remedio que aceptarlo como es.
Denota lo mucho que puede el dinero.
No hay felicidad completa en este mundo, pues todo tiene su parte alegre y su parte triste.
Este refrán indica que no se puede estar del todo contento, porque siempre suele haber algún problema que resolver o porque sobreviene alguna desgracia.
Con frecuencia resultan más costosos los regalos que lo adquirido con dinero, porque se debe corresponder a los obsequios.
Da a entender que todos los días traen consigo algún disgusto o preocupación. No hay día sina algún contratiempo o infortunio.
Alude al poder del dinero.Hasta tal punto es poderoso que se debe contar con él para lograr algo.
No conviene despreciar nada, por insignificante que pueda parecer.
No se puede quedar plenamente satisfechos, pues todo tiene una parte alegre y otra triste.
No se puede tener todo en esta vida, pues todo tiene sus inconvenientes.
La vestimenta, el maquillaje y otros elementso contrinuyen a mejorar el aspecto físico.
Si se ven los efectos, en algún lugar estará la causa que lo origina.
Con este refrán se trata de consolar a quien padece una desgracia, con la esperanza de que no es duradero.
Este refrán transmite una visión optimista de la realidad, pues indica que de una contrariedad se puede extraer algo bueno, que una contrariedad puede tener resultados favorables.
En ocasiones, el ignorar la existencia de algo o de alguien causa un gran daño.
Para acomenter cualquier empresa es indispensable la voluntad, desearlo.
Para ahorrar es indispensable reducir gastos.
La esperanza de enriquecerse ha de cifrarse fundamentalmente tanto en el trabajo como en el ahorro y no en los juegos de azar.
El aprendizaje necesita estímulos y uno de los mejores estímulos es la necesidad, pues hay personas que, cuando se encuentran en apuros, hacen gala de un ingenio del que carecen en situaciones normales.
Alude a la poca duración de los bienes humanos, pues, tras un acontecimiento feliz y próspero sigue, por lo general, otro triste y desgraciado.
En este mundo, todo tiene alguna imperfección, por lo que conviene ser tolerantes y tomar las cosas como son.
No es necesario aprender lo que se tiene innato o lo que se sabe por naturaleza.
El día de la boda la novia se pone sus mejores galas para estar lo mejor posible y disimular sus defectos.
Alude a los constantes cambios de las cosas terrenas, en este caso las desgracias, pues no duran siempre.
Cualquiera o cualquier cosa, por muy despreciable que pueda ser, será útil para algo. Se aplica con frecuencia a asuntos amorosos para afirmar que toda persona tiene su alma gemela.
Recrimina a quien por maldad o mala intención da una interpretación muy distinta a algo que se dijo con buena intención o sin malicia.
Es preciso trabajar para conseguir algo bueno.
Con frecuencia no se llevan bien las personas de carácter, condición u oficio similar. Por otra parte, no hay peor enemigo que un amigo, un familiar o alguien del mismo oficio.
Resulta inútil convencer a alguien de que vea lo que no quiere ver.
Resultan inútiles las razones con que se intenta persuadir al que con tenacidad y malicia no quiere atender a las razones de otro.
Alude a la relación que existe entre estar feliz y bien alimentado.
Reprende la imprudencia del que promete ejecutar algo confiando en el plazo que se le concede, y el engaño de quienes actuando mal se creen impunes.
Alude a la relación existente entre juventud y belleza.
Si se quiere convencer a los demás de algo,debemos practicarlo nosotros primeros.
Alude a la obviedad de algunos hechos, del orden lógico que poseen algunas cosas.
No se debe alterar el orden lógico, pues con ello nada se consigue.
Recomienda limitarse a los gastos que uno pueda asumir y no excederse. En general, aconseja no sobrepasar sus posibilidades ni pretensiones.
Recomienda ser cautos y desconfiar de las apariencias engañosas.
Dado que los muertos ya no sufren y los vivos sí hay que preocuparse por los últimos.
Recomienda no introducir en la conversación palabras que recuerden algo violento o molesto para alguno de los presentes.
Recomienda no colocar en el mismo plano temas o personas de naturaleza muy distinta.
Advierte contra la precipitación y el optimismo excesivo, pues se debe tener total seguridad en conseguir algo antes de darlo por hecho.
Denota que cualquier dicho o afirmación no siempre se cumple, pues no puede verificarse en todos los casos posibles.
Advierte que no se alcanza la dicha por completo, pues siempre hay algún sinsabor.
Recuerda que la salud es lo más importante, pues sin ella no hay nada.
Alude a la imposibilidad de alcanzar la dicha completa, porque siempre hay algún perjuicio o algún sinsabor.
Si no se realiza una mala acción, no hay que esperar castigo alguno.
Tanto la resistencia física como la capacidad mental tiene sus límites y, si se cometen excesos, se llega al agotamiento.
Recrimina al ingrato. Hay gente capaz de perjudicar a quien le ayuda.
En ocasiones no es suficiente con la voluntad sino que se debe contar con los medios suficientes, como sucede cuando se pretende hacer daño a alguien.
No basta la diligencia ni conviene precipitarse en nuestro trabajo para apresurar el logro de algo, porque los acontecimientos deben seguir su curso natural.
Solamente valoramos algo que poseemos, en especial la buena suerte o las posesiones, cuando falta o se aleja de nuestro lado.
Se recrimina a quien castiga o reprende con severidad los fallos de las personas a su cargo, pese a que él también los cometía no hace mucho, cuando estaba en la misma categoría profesional.
Para lograr algo, como el sustento, se debe trabajar y esforzarse.
Para conseguir algo importante y arduo, hace falta tiempo y esfuerzo.
Recrimina a quienes eligen dejan lo mejor de lo que se les presenta para quedarse con lo peor, por no saber apreciar su valor.
Lo que es valioso o estimado requiere esfuerzo y diligencia, incluso molestias, del mismo modo que cuando se quiere pescar uno se moja, como sucede con la pesca de la trucha.
No se puede hacer al mismo tiempo dos cosas incompatibles.
Enseña que no se pueden hacer a un tiempo y con perfección dos cosas muy diferentes, por ser incompatibles la mayoría de las veces.
Alude al esfuerzo que se requiere para alcanzar lo que se desea.
Resulta imposible dar gusto a todos, pues poseen opiniones y preferencias muy distintas entre sí.
Exhorta a no encargarse de una actividad que no puede desarrollar.
Recuerda que el ser humano tiene más necesidades, además de las meramente alimenticias.
Denota la diferencia que existe entre las personas y los estados.
Recomienda prudencia en las burlas que se emiten a los demás, pues pueden recaer sobre uno mismo.
Recomienda discreción y calma cuando se trata de encajar alguna crítica.
Recuerda que hay ocasiones en las que no conviene decir la verdad.
Da a entender que, en cualquier asunto, no todo es fácil ni placentero. Se dice esta frase proverbial cuando queremos expresar que a veces no todo es fácil ni bueno ni ventajoso, sino que también hay cosas difíciles o trabas que impiden que podamos hacer las cosas con facilidad. Se emplea también para indicar que algo no es como lo imaginábamos.
Advierte que hay situaciones que llevan al fracaso en vez de al éxito esperado.
Da a entender que se ha frustado o malogrado algo con lo que se contaba y cuya obtención ya causaba alegría. Según Covarrubias, se utiliza cuando algo que había comenzado a darnos contento, no resulta cierto ni verdadero.
Recurda que resulta lógico que hayan cambios cuando se produce un cambio de poder, por lo que recomienda adaptarse a ellos lo antes posible.
Recomienda no pretender ser más entendido que otros y abstenerse de aconsejar salvo cuando expresamente se lo soliciten.
Por mucho que nos repugne algo, no podemos afirmar que no lo haremos o que estemos libres de que nos suceda.
Se refiere a un bien que se ha hecho esperar mucho.
La persona pobre y desvalida encuentra alivio y consuelo en quienes padecen una situación similar. Se dice también para aludir a la unión entre personas de igual naturaleza o categoría, de modo que a nadie le falta alquien que lo quiera, por raro que sea.
Lo que resulta placentero para unos puede desagradar a otros.
Carece de mérito continuar o presentar de otro modo con afán de mayor mérito lo que otro hizo antes.
Se emplea para indicar que no se debe caer en excesos, ni por exceso ni por defecto.