No hay mal que cien años dure
Con este refrán se trata de consolar a quien padece una desgracia, con la esperanza de que no es duradero.
Tipo: Refrán
Uso: De uso actual
Comentarios: Este refrán puede tener una tercera parte: No hay mal que cien años dure, ni cuerpo que lo resista, con la que también juega el usuario para conseguir efectos cómicos: No hay mal que cien años dure ni cuernos que lo aguanten. También se puede adaptar esta forma trimembre a las circunstancias: No hay mal que dure cien años ni enfermo que lo resista. Se está empleando bastante este refrán al aludir a la crisis económica en los primeros meses de 2012.