Al médico, confesor y letrado, hablarles claro
Recomienda decir la verdad a quienes nos han de aconsejar y ayudar.
(refrain) m. Dicho agudo y sentencioso de uso común.
Recomienda decir la verdad a quienes nos han de aconsejar y ayudar.
Se dice cuando se habla o se debe hablar con sinceridad, diciendo lo que sea llanamente y sin rodeos.
Recomienda la vía de la verdad en cualquier circunstancia.
Hablar con franqueza suele acarrear enemistades.
Se emplea en defensa de quien dice la verdad.
En el rostro se refleja el estado de salud y de ánimo, así como su carácter.
La verdad no es bien aceptada cuando deja a alguien en evidencia o descubre las faltas.
En muchas ocasiones, no resulta agradable escuchar la verdad, por lo que, a veces, se prefiere encubrirla e incluso sustituirla con una mentira.
Por mucho que se oculte la verdad, ésta suele salir antes o después.
Las personas incapaces de reflexionar o de dismular, declaran lo que sienten y ven.
Advierte que con frecuencia se puede despertar la animadversión hacia quien se muestra franco con uno.
Recuerda que hay ocasiones en las que no conviene decir la verdad.
Si se desea pedir algo, conviene ser breve y sincero, sin gastar muchas razones ni emplear malos modos, pues no se consigue lo que se pide mal o de mala gana.
Se refiere a las verdades que permanecían ocultas y que afloran por una discusión.
Se emplea para indicar que conviene ser claro, poco ambiguo y sincero en las explicaciones, y no andarse con rodeos.