A cualquier dolencia es remedio la paciencia
La enfermedad ha de combatirse, pero requiere también saber esperar a que siga su curso según las leyes de la naturaleza.
(refrain) m. Dicho agudo y sentencioso de uso común.
La enfermedad ha de combatirse, pero requiere también saber esperar a que siga su curso según las leyes de la naturaleza.
Lo que ha de suceder tiene su momento, unas veces inmediato, otras demorado.
No hay que precipitarse sino aguardar pacientemente el momento adecuado para actuar o conseguir algo.
Se debe realizar cada acto en el momento más oportuno o favorable. En ocasiones, el efecto que se quiere lograr diciéndolo es frenar a los impacientes, atrevidos o inoportunos.
Recomienda paciencia, conformidad y alegría para superar el desánimo, la pobreza o alguna contrariedad, como hacen algunos que sufren carencias.
Se emplea para recomendar no impacientarse, porque muchas cosas se obtienen al cabo del tiempo y de muchos esfuerzos.
Al cabo de un tiempo, más o menos largo, las situaciones se enderezan, o al menos se amortigua su efecto.
Sentir la necesidad o el deseo de calmar el hambre o las ganas de comer es una experiencia pasajera cuando se sabe casi con seguridad que se va a calmar. Se recomienda realizar con paciencia los trabajos en los que se sabe que habrá una recompensa o un beneficio.
Recomienda saber esperar la situación propicia para actuar, porque habrá alguna más adecuada que la situación actual. También aconseja reservar provisiones del gasto cotidiano.
Aconseja esperar el tiempo que haga falta para que llegue el momento oportuno.
Para conseguir algo importante y arduo, hace falta tiempo y esfuerzo.
Si se quiere conseguir algo hay que saber ser paciente y perseverante al mismo tiempo, tanto en el juego como en la vida.
Recomienda soportar con resignación los malos momentos por los que pasa un familiar.
Recomienda tomarse el tiempo suficiente para hacer las cosas bien.
Recomienda paciencia y tranquilidad para lograr las cosas.
Declara que algunas enfermedades sólo se curan tomando medicamentos y tomándolo con calma.
Este refrán da a entender que las desgracias no son duraderas.
Recomienda tener paciencia y saber esperar a que llegue lo que desea alcanzar.