A cualquier dolencia es remedio la paciencia
La enfermedad ha de combatirse, pero requiere también saber esperar a que siga su curso según las leyes de la naturaleza.
(refrain) m. Dicho agudo y sentencioso de uso común.
La enfermedad ha de combatirse, pero requiere también saber esperar a que siga su curso según las leyes de la naturaleza.
Alude a las propiedades curativas del vino. Recomienda tomar vino para curar el resfriado.
El cuerpo es un todo que acusa cualquier malestar. De igual modo, lo que aflige al miembro de una familia o de un grupo, repercute en el resto de sus miembros. Con frecuencia se aplicaba a las relaciones entre el rey y sus súbditos.
Recrimina los abusos alimenticios, tan dañinos para la salud.
Cuando un mal se prolonga no hay buenas perspectivas. También puede aludir a que, después de la lucha con la enfermedad, era una batalla perdida de antemano.
El mal o la enfermedad entra de golpe y tarda en desaparecer.
Al ser el ojo algo tan delicado, hay que evitar tocarlo con la mano, pues no siempre está limpia.
Manifiesta que algunas ayudas o soluciones producen más inconvenientes que el problema en sí.
Da a entender que sólo se percibe la gravedad de una enfermedad cuando uno o alguien muy próximo cae enfermo. En sentido más amplio, uno no se da realmente cuenta de los aspectos negativos de algo hasta que no los sufre personalmente.
Alude a los achaques propios de la vejez, a las limitaciones y pesares que le afectan.
Se aplica cuando las viejas heridas no se curan con facilidad.
La cena abundante y sin moderación resulta perjudicial para la salud.
Recomienda abrigarse o alejarse de las corrientes para evitar los resfriados.
Recuerda que la vejez lleva emparejada una serie de dolencias ineludibles.
Se aplica a quien sufre un empeoramiento de la enfermedad o a quien se considera sano y trata de llevar una vida normal, pero todavía no ha recobrado del todo la salud.
Da a entender que poco bueno se espera de quienes no tienen juicio ni discreción.