Sabio es el que poco habla y mucho sabe
La prudencia en la persona se manifiesta en la discreción en el hablar, con el objeto de no decir lo que pudiera comprometerle.
(refrain) m. Dicho agudo y sentencioso de uso común.
La prudencia en la persona se manifiesta en la discreción en el hablar, con el objeto de no decir lo que pudiera comprometerle.
Afirma que resulta normal la existencia de opinones muy distintas.
Cuando necesitamos algo, a veces vamos a pedírselo a otra persona, pero, si resulta que ésta tampoco lo tiene, no queda otra opción que volver a casa y pasar sin ello. Recomienda, pues, resignación cuando no conseguimos algo. Por otra parte, el refrán recomienda valorar lo que uno posee, ya sea en uno mismo, en su familia o en su ámbito, pues constituyen recursos suficientes para resolver determinadas situaciones.
Se aplica a quien, procurando huir de un peligro, se mete más en él o en otro peor.
En ocasiones, se causa menos daño hiriendo a alguien que desacreditándola, porque el daño fisico se puede curar y la murmuración o la difamación produce un daño irreparable. Se recrimina a los murmuradores, al tiempo que indica los daños irreparables de la maledicencia.
Se emplea para negarse a devolver algo a quien era su dueño antes, pero que lo regaló.
Quien que va tras algo de forma voluntaria, no siente molestias por las posibles incomodidades.
Declara que no se está dispuesto a confesar quién ha sido el autor de una mala acción.
Da a entender que se puede conocer algo por una parte de ella o por un objeto similar. También se puede aplicar a las personas, cuando se juzga a alguien por uno de sus actos o por un rasgo de su carácter.
Disculpa empleada por los bebedores ante su afición a beber con frecuencia. La bebida suele animar a hablar y a cantar.
Resulta difícil guardar un secreto conocido por más de dos personas.
Recuerda las actividades agrícolas que se han de realizar propias del mes de junio.
Las lluvias de otoño son muy necesarias, pero también puede ser muy peligrosa, por ser torrenciales.
Alude a los problemas de convivencia que suelen existir entre vecinos.
Elogia las virtudes del agua como bebida frente al vino.
El amor o cariño inconstante no es verdadero.
Se aplica a los que son incorregibles o a quienes se hacen los sordos.
Reprende a quien no cesa de poner pegas si se le dice que haga algo, como reproche.
Aconseja ser paciente ante las diferencias existentes entre los humanos.
No hay mercancía que no se venda, pues depende de que el vendedor encuentre al tonto que pague por ella.
Recomienda a cada uno cumplir lo que le corresponde y llegar hasta donde alcancen sus medios, sin preocuparse por los demás.
Este refrán contiene un pronóstico sobre la proximidad de la tormenta que afecta directamente a la vida agrícola.
Recomienda actuar honestamente, pues de otro modo el primer perjudicado es uno mismo.
Declara que un aumento de ventas implica con frecuencia un ajuste de los precios.
Reconoce la existencia de la envidia como un defecto muy presente pero oculto en el ser humano.
Recomienda no esperar a alguien con quien deseamos encontrarnos. En sentido general, encarece a tomar la iniciativa en los asuntos que nos interesen.
Cuando hay que dar una mala noticia, se prepara el camino hablando con rodeos.
Alude a lo desagradable que puede resultar el viento.
Aconseja no enfrentarse a enemigos superiores a uno mismo, sino ver la forma de adherirse a él.
Es preferible que nos envidien a que nos tengan compasión, porque apetece lo que se estima como bueno.
Los peligros del mar son tan numerosos que pueden suponer poner en riesgo la vida, por lo que resulta habitual encomendarse a Dios en más de una ocasión. En sentido más genérico, recuerda que se suele rezar espontáneamente en los momentos de gran peligro.
Este refrán laboral es uno de los muchos que hay para recordar el momento más adecuado para plantar, en este caso, un tubérculo.
Para conseguir algo, hace falta esfuerzo y aceptar los inconvenientes que ello suponga.
Resulta lógico que el afecto que se siente por alguien se extienda a las personas que le rodean, en especial su familia, con sus defectos y virtudes, con sus ventajas e inconvenientes.
Alude al poder del interés, que lleva a hacer algo a cambio de algún beneficio.
Da a entender que quien necesita algo es la persona más adecuada para hacerlo bien.
Para llevar una vida desahogada, se recomienda mantener un equilibrio entre lo que se tiene y lo que se da.
Recomienda la discreción en el hablar y en el actuar, con el objeto de evitar problemas.
Si se quiere tener una vida sin enfermedades, conviene adoptar las prácticas y precauciones de las personas ancianas, en particular no ir desabrigado.
Alude al poder femenino en tono irónico y jocoso.
Anima a ser optimistas, pues indica que, tras el mal tiempo, viene al bueno y, en sentido general, tras una desgracia, suele acontecer un evento alegre.
Por lo general, el poderoso prevalece contra el desvalido, el fuerte contra el débil.
Recrimina al indiscreto, a quien no sabe cuándo es el momento en que debe permanecer callado.
Es preferible permanecer en el sitio que recomiende la prudencia a ser avergonzado y criticado.
No hay problemas económicos si se depende o se trabaja con alguien que destaca por su laboriosidad.
Sin los medios necesarios resulta imposible llevar a cabo cualquier empresa.
Da a entender que resulta difícil una relación amorosa sin los medios económicos indispensables. Sin duda alguna, no se refiere al amor verdadero.
Cada uno es libre de desear o de opinar lo que quiera.
Por pequeños que sean los principios, contribuyen a adelantar las cosas y lograr cosas importantes. Denota la conveniencia de tener un estímulo para realizar un esfuerzo.
Alude a las escasas horas de luz que hay en la estación invernal. En sentido egneral, puede aplicarse a todo bien tardío y de corta duración.
Recomienda no fiarse del sol del mes de marzo.
Suelen malograrse lo que es demasiado intempestivo o lo que se hace antes de tiempo, pues pronto queda sin efecto.
Con esta paremia, se anima a aprovechar el tiempo al máximo. También se emplea para disculpar algún exceso que se va a cometer.
Nuestros sueños son reveladores de nuestras ansias y deseos.
Expresa que no es posible hacer al mismo tiempo dos cosas que son contrarias entre sí.
Alude a las animadversión habitual entre ciertos animales y parientes.
Palabras que profiere quien ha de callar y aguantar discretamente por encontrarse en situación desfavorable.
Se emplea para indicar que, cuando en enero hace buen tiempo, no durará mucho.