Obra empezada, medio acabada
Recomienda alejar la pereza iniciando el trabajo, ya que, por lo general, la mayor dificultad en la realización de algo es el principio.
(refrain) m. Dicho agudo y sentencioso de uso común.
Recomienda alejar la pereza iniciando el trabajo, ya que, por lo general, la mayor dificultad en la realización de algo es el principio.
Alude a que todo esfuerzo merece su recompensa.
En cuestiones de amores, conviene dar pruebas a la persona amada del afecto que se siente. En sentido general, se refiere a los que hablan mucho pero luego nada hacen o no cumplen lo prometido.
Exhorta al ahorro diario como medio para llegar a reunir un caudal importante.
Lo más importante de tener un trabajo está en los beneficios que reporta para sustentarse.
Aconseja poner mucho cuidado en estas tres cosas, por lo difícil que resulta hacerlo.
Alude a la venganza justiciera, que justifica el castigo según el agravio.
La ausencia contribuye a olvidar lo que se ama o a sentir menos las desgracias lejanas.
Lo que resulta raro o poco corriente puede considerarse atractivo, como los ojos verdes, tenidos por señal de distinción de clase.
Se aplica a quien gasta el tiempo buscando diferencias en las cosas carentes de ellas, y también a quien con impertinencia repite algo, pero con distinto nombre o mediante una paráfrasis.
Recomienda no demorar en exceso los asuntos. Para mantener tanto tiempo hirviendo una olla hay que tenerla a fuego lento. En sentido metafórico, alude a cualquier trámite o empeño que se prolonga por no seguir el curso regular y, precisamente, por esa causa se pierde.
Da a entender que lo que carece de lo necesario no aprovecha o que resulta necesaria la presencia de todas las cualidades para llegar a la perfección.
Si se desea pedir algo, conviene ser breve y sincero, sin gastar muchas razones ni emplear malos modos, pues no se consigue lo que se pide mal o de mala gana.
Puede que ciertas personas o cosas consideradas hoy malas, sean tenidas por buenas, al compararlas con otras peores. Suele decirse cuando alguien deja un lugar, un puesto de trabajo, generalmente no por su propia voluntad.
Por hablar demasiado, se pueden perder ocasiones beneficiosas. Por eso, se recomienda atender a lo importante y no ocuparse de lo inútil. Suele aplicarse a quien es muy hablador.
Denota el poder que puede ejercer el ejemplo y las malas compañías.