Allégate a los buenos y serás uno de ellos
Recomienda elegir buenas compañías porque el trato asemeja a las personas, por el beneficio y provecho que se obtiene de ellas, por el buen ejemplo que dan.
(refrain) m. Dicho agudo y sentencioso de uso común.
Recomienda elegir buenas compañías porque el trato asemeja a las personas, por el beneficio y provecho que se obtiene de ellas, por el buen ejemplo que dan.
Se puede deducir los gustos y aficiones de alguien por los amigos y ambientes que frecuenta. Del mismo modo, este refrán advierte de la gran influencia que ejerce en el comportamiento o en las costumbres de alguien las compañías de los demás, ya sean buenas o malas.
Si contamos con la ayuda de alguien, es posible que logremos nuestros propósitos. Se emplea para recordar la necesidad de contar siempre con influencias y recomendaciones (los vulgares enchufes).
Se aplica a quien sigue las costumbres o el oficio de sus progenitores o señores. Puede emplearse en sentido negativo, cuando alguien tiene un vicio y, por su influencia, quienes están con él.
Advierte que suele faltar alguna cosa en el lugar donde es natural o fácil hacerla o conseguirla. También se emplea cuando los hijos no siguen la misma vía profesional de sus progenitores.
Resulta muy ventajoso tener un protector poderoso.
Con un claro sentido peyorativo, este refrán denota la influencia que puede ejercer alguien con una minusvalía.
Expresa lo que puede suceder si no se tiene algún protector.
Según es el dueño de una casa, así son los que se encuentran a su servicio. En un sentido más amplio, se aplica a la influencia del jefe en sus subordinados.
Da a entender que los malos ejemplos se aprenden y siguen con más facilidad que los buenos.