A cada puerta, su dueña
Da a entender el cuidado con que cada uno debe guardar lo suyo si se desea que esté seguro. También recomienda a cada uno atender su obligación, puesto que no conviene inmiscuirse en la vida de los demás.
(refrain) m. Dicho agudo y sentencioso de uso común.
Da a entender el cuidado con que cada uno debe guardar lo suyo si se desea que esté seguro. También recomienda a cada uno atender su obligación, puesto que no conviene inmiscuirse en la vida de los demás.
Critica el exceso de celo. Puede atraer la malevolencia el hecho de comprobar demasiadas veces los bienes, las cosas consideradas valiosas. Denota también que suele perderse lo que más se cuida, por mucho que se haga para resguardarlo.
En sentido recto, aconseja estar vigilantes para no perder la cosecha ante la recolección de la uva y para que no pierda la virginidad la doncella que está a nuestro cuidado. En sentido general, recomienda estar vigilantes cuando estamos a punto de recoger el beneficio de un asunto.
Se dice a quienes se ocupan de la salud humana para que vigilen también su estado de salud. En general, recomienda verse tal como uno es, con sus virtudes y defectos.
Alude al cuidado y vigilancia que se debe tener con los bienes y con la esposa, pues siempre puede haber desalmados que pretendan robar los bienes o aprovecharse de la esposa de otro.