Del agua mansa líbreme Dios, que de la brava me libraré yo
Un río aparentemente tranquilo puede esconder remolinos y hoyas, por lo que resulta más temible que un río de corriente violenta. Aplicado a las personas, este refrán da a entender que las personas de carácter tranquilo pueden mostrarse sumamente irascibles, cuando se enojan, con la consiguiente sorpresa para quienes tenían otra impresión de ellas.
Tipo: Refrán
Uso: De uso actual
Comentarios: La forma clásica puede sufrir alteraciones: Fíate tú de las aguas mansas, que de las bravas me cuido yo.