Refranero Español

(refrain) m. Dicho agudo y sentencioso de uso común.

Amor

De los amores y las cañas, las entradas

Los principios resultan más entusiastas y ardorosos, tanto en la relación amorosa como en el antiguo juego de cañas, porque las energías van menguando y puede suceder lo que anuncia el refrán: Los amores entran riendo y salen llorando (Correas1627 D124). Este refrán contiene una advertencia escéptica acerca de que el amor empieza a perder atractivo con el conocimiento y la convivencia.

Tipo: Refrán

Uso: En desuso

Observaciones: Se hace una comparación entre los amores y la fiesta de las cañas: así como en la fiesta de las cañas el principio es muy vistoso, en el amor se produce una pasión inicial que puede no mantenerse. En cuanto a la fiesta de las cañas, esta demostración hípica ya era practicada por los romanos y parece tener su origen en los etruscos. El juego de cañas junto con los toros eran las fiestas más frecuentes de España. Los moriscos impulsaron las nuevas reglas para convertir los torneos de actividad guerrera en un deporte en el que se demostraba la fuerza corporal y las habilidades. Era un juego aristocrático tanto en el ámbito morisco y cristiano; perduró hasta finales del siglo XVII («Del Torneo Medieval al Juego de Cañas», Manuel Hernández Vázquez, Diana Belén Ruiz Vicente, Gema Rizo Estrada, Matilde Parra Arroyo y Juan Antonio Rodríguez Menéndez). El Diccionario de Autoridades describe el juego de cañas, como una fiesta a caballo introducida en España por los moros en la que varias cuadrillas (por lo general ocho, compuestas de cuatro, seis u ocho caballeros montados en fillas de gineta y pertrechados con adargas) se enfrentan entre sí con espadas. En un segundo encuentro empuñan cañas de tres a cuatro varas para golpear a sus rivales.