Bien juega quien mira
Se aplica este refrán a quien pretende dar lecciones sin comprometerse ni cooperar. Generalmente, en el juego se compromete dinero, o cuando menos la honra o el amor propio. Existe, por tanto, el riesgo de no salir victorioso e incluso de acabar mal. Por el contrario, el que sólo es espectador y nada arriesga, todo lo ve fácil y asiste cómodamente mientras se desarrolla el juego; da su opinión o asegura que tal jugada hubiera sido maestra, pero probablemente no sería capaz de ganar con la facilidad con que habla.
Tipo: Refrán
Uso: En desuso