Hasta el rabo, todo es toro
Procedente de la jerga taurina, advierte que nada debe considerarse rematado hasta que no llegue su final. Por eso, no hay que confiarse sino estar preparado para alguna sorpresa o imprevisto, como el torero que piensa que el astado ya ha recibido bastante castigo cuando la verdad es que puede revolverse inesperadamente y darle una cornada.
Tipo: Refrán
Uso: De uso actual