Es lavar la cabeza del asno perder la lejía y el trabajo
Se dice en general cuando se realiza un esfuerzo inútil, bien por tratar de instruir a un imbécil o a alguien que se niega a recibir ningún tipo de enseñanza, bien por tratar de entrar en razón a una persona obstinada.
Tipo: Locución proverbial
Uso: En desuso