A rey muerto, rey puesto
Indica la prontitud con que se ocupan los puestos vacantes o, en general, a la rapidez con la que se suceden los cambios. Se emplea con frecuencia para afirmar que nadie es imprescindible y que se olvida pronto, ya sea en el trabajo o en el amor.
Tipo: Refrán
Uso: De uso actual
Comentarios: En los últimos años se emplea bastante en el ámbito deportivo, especialmente cuando se destituye a un entrenador y enseguida se encuentra un sustituto. Si bien en español existe la fórmula El rey ha muerto. ¡Viva el rey!, no tiene el mismo campo de aplicación que A rey muerto, rey puesto, de empleo mucho más frecuente y en contextos muy variados.